Afrontando la crisis desde el Liderazgo empresarial

Autor: Gustavo Adolfo Silva Pérez
En el marco del Seminario de Habilidades Empresariales
para profesionales en la nueva realidad.
Del Instituto de Estudios Superiores de Investigación y Postgrado IESIP
Facilitadores: MSc. Luis Lobo y Dr. Georgy Sánchez.

Un líder es la persona que actúa como cabeza de grupo, el cual puede influir en las demás personas logrando motivar a los integrantes del conjunto para realizar cualquier actividad, para que esto resulte el resto de las personas deben estar conscientes de sus capacidades. Sabiendo esto podemos decir que el liderazgo nos permite acarrear y acompañar a determinadas personas.

Existen diversas teorías del liderazgo que pueden ayudarnos a entender la diversidad de lideres en la sociedad y el cual aparecen en tiempos modernos. Entre tantas teorías podemos destacar: la teoría situacional, la teoría participativa y la teoría de relaciones o transformacionales.

Teniendo esto en cuenta podemos asentarnos más sobre la teoría situacional donde los diferentes lideres deben acostumbrarse a la situación del equipo y adaptarse de acuerdo a lo que ve a su alrededor. Es decir, deben cambiar la manera de producir otros incentivos. En cuanto a la sociedad venezolana podemos darnos cuenta que carece de lideres y la crisis cultural la podemos dividir de tres maneras: crisis de valores, crisis en las creencias y crisis en las costumbres.

La sociedad venezolana en la actualidad se ha visto en la necesidad de modificar sus formas de liderazgo y sus prácticas generacionales bajo los cambios que se han producido en los espacios políticos, económicos sociales, etc. Las nuevas conveniencias de liderazgo que la sociedad venezolana aspira en sus organizaciones muestran un arrinconamiento de viejos esquemas autocráticos. Las organizaciones de nuestro país están llevando parte de su maniobra a fortalecer el liderazgo emocional y resonante en sus directivos, presentando así dentro de su cartera anual actividades instructivas a través de programas, talleres y dinámicas gerenciales cuyos contenidos desarrollan los conceptos de inteligencia. Los nuevos líderes que pudieran aparecer tienen la oportunidad de seguir fortaleciéndose sabiendo que hay carencias de competitividades para ser capaz de influir e impactar ya que las tendencias de nuestro país indican que se requieren más lideres consolidados con visión transformadora y generadores de confianza, de participación, de conocimiento y de actitudes favorables traducidas en optimismo.

Venezuela precisa constituir una nueva generación de líderes. Esto no pretendería abandonar el trabajo de una gran cantidad de personas. El liderazgo es necesario en todos los ámbitos del país y por esto la gente requiere referencias éticas y humanas para articular y coordinar acciones. Hacen falta líderes que ejerzan su influencia con nuevas perspectivas pudiéndose adaptar a la situación en que vivimos. La situación en el país es bastante compleja.

Es por esto que la formación de líderes debe ser dirigida a atender específicamente a la realidad nacional, sin dejar de lado el estudio de la experiencia recogida. Venezuela tiene la necesidad de adentrarse en una dinámica internacional, entender que tenemos que pisar ya el siglo XXI entendiendo que se necesita de una educación transformadora. Esto se extiende a todas la organizaciones o empresas en todos sus niveles y los más variados centros de formación, para que florezcan jóvenes con ideas y valores completamente consustanciados con la pasión hacia el país.

Existe muestra que los líderes se han dedicado muy sensatamente con el proceso de cambio y sus fines, ocupando una compostura relativamente activa para volverlos realidad, pero al parecer la grandes gerencias corporativas no han atendido este llamado de igual forma, simplemente se han dedicado a hablar sin responder con hechos frente a sus seguidores, dando a entender que la propuesta del cambio de ideología de algunos líderes adaptándose a la situación de la problemática del país no ha arraigado ampliamente en las altas esferas organizacionales.

El liderazgo venezolano debe aplicar a los nuevos conocimientos que solicitan los actuales escenarios, quedando en evidencia que no puede permanecer estancada en el pasado, apelando a viejas teorías, herramientas y modelos que atentas con el crecimiento del país. En conclusión, puedo decir que Venezuela atraviesa en la actualidad una muy difícil crisis económica, política y nacional que afecta a las organizaciones, pero también es muy cierto que el talento humano que posee el venezolano por su capacidad intelectual, tiene todos los elementos que se necesitan no solo para poder salir de esta crisis a falta de líderes, si no para encausarse hacia un desarrollo sostenible y deseable a lo largo del tiempo en el orden mundial.

El protagonismo que tienen que tomar los nuevos líderes lo deben asumir como constructores de nuevas obras para facilitar el desarrollo de las relaciones que mejoren los vínculos de las organizaciones. Hay que sentar las bases para un destino brillante, es tarea de todos y en especial de los líderes. La buena noticia para nuestro país es que ya hay ejemplos de hombres y mujeres que ya han dándolos primeros pasos.

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